Chopard

Las fragancias Chopard para mujer rebosan exclusividad y lujo: no es de extrañar, dada la posición histórica de la empresa suiza. Fundada en Sonvilier en 1860, la sede del fabricante de relojes y joyas de lujo se encuentra actualmente en Ginebra. Los relojes automáticos, que destacan incluso entre los relojes de lujo suizos por su elevado precio y su exclusividad, son una prueba impresionante de las habilidades de la empresa. Por lo tanto, es casi obvio que Chopard también quisiera aventurarse en el mundo de las fragancias femeninas, donde un instinto seguro y sensibilidad en la concepción de las creaciones de fragancias no son menos necesarios que para los relojes de lujo. La marca, que originalmente abastecía incluso a la corte del zar ruso, ofrece ahora una selección manejable pero aún más exclusiva de creaciones de fragancias: no hay dos fragancias iguales.

Misteriosas, polifacéticas y dotadas de una exclusividad inconfundible

Esta es probablemente la mejor manera de describir las fragancias femeninas de Chopard. Cada silueta de fragancia ha sido diseñada por perfumistas de renombre para envolver a la mujer elegante de hoy como un velo invisible, sin ignorar la tradición. Los perfumistas recogen esencias y extractos de todo el mundo, por ejemplo, el yuzu japonés o la flor de acacia, el incienso oriental o el melocotón blanco asiático también se encuentran en las versátiles fragancias. Estas fragancias guían al usuario nota a nota a través de un variado paisaje olfativo que demuestra una inconfundible sensación de lujo y exclusividad. Por supuesto, Chopard también incorpora la artesanía de su propia empresa a sus fragancias femeninas, como demuestran los apasionantes y artísticos frascos de cristal.